La Evaluación Inicial de Riesgos pretende poner de manifiesto las posibles situaciones de riesgo, para aplicar una acción correctora y eliminar o minimizar el riesgo en su máxima medida. De acuerdo con el art. 16 LPRL, se establece la evaluación inicial de riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores como punto de partida de la acción preventiva. A partir de la información obtenida, se decidirá sobre la necesidad o no de llevar a cabo las actuaciones preventivas y cuáles serán las más adecuadas. Se considerará asimismo la evaluación de riesgos como un proceso dinámico, siendo revisada periódicamente en función de los niveles de riesgo existentes. Dicha evaluación se llevará a cabo en Decasarre, S.A.S. encomiendan las tareas de prevención.
Metodología
No existiendo obligación legal de evaluar los riesgos mediante un método concreto de análisis, salvo que exista normativa específica de aplicación, se emplea la metodología de evaluación general de riesgos basada en la propuesta de evaluación del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). Para la aplicación de este método, se adopta el siguiente procedimiento:
1.- Preparación de la evaluación
Preparación de la información general
Como medida previa, se recoge información sobre la organización que puede ser útil para la evaluación: actividad general de la empresa, descripción de actividades, instalaciones y máquinas, así como listado de puestos de trabajo.
También se tendrán en cuenta las características del entorno del puesto de trabajo tales como: condiciones termo higrométricas, niveles de iluminación y ruido, accesos, etc.
Información sobre los puestos de trabajo
Una vez obtenida la información general de la empresa, por cada puesto de trabajo se elabora una lista en la que se describen las diferentes actividades de trabajo (tareas y procesos), recabando información sobre el puesto, desplazamientos verticales y horizontales, herramientas utilizadas, movimientos que se realizan, cargas que se levantan, sobrecargas, exposición al ruido, iluminación y ambiente térmico, exposición a agentes químicos y a riesgos eléctricos y térmicos, equipos de protección, y demás aspectos relevantes al efecto.
2.- Evaluación de los riesgos
Identificación de riesgos
Se identifican y reflejan los riesgos de accidente y enfermedades profesionales que pueden afectar:
- Al conjunto de trabajadores de la empresa
- A los trabajadores de una determinada categoría, ligados a una actividad concreta.
- A un puesto de trabajo determinado o a una zona de la empresa. Se ha elaborado una lista no exhaustiva de riesgos que aparecen en la parte inferior de la tabla de identificación general de riesgos.
Para facilitar la identificación de los riesgos, se ha elaborado una tabla de 36 riesgos diferentes:
Estimación del riesgo
Siguiendo el art. 4 LPRL, para calificar un riesgo desde el punto de vista de su gravedad, se valorarán conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo.
Severidad o gravedad del daño
Para determinar la potencial severidad del daño, debe considerarse:
- Partes del cuerpo que se verán afectadas
- Naturaleza del daño, graduándolo en los siguientes niveles:
Probabilidad de que ocurra el daño
Este factor se refiere a la probabilidad de que una vez presentada la situación de riesgo, los acontecimientos de la secuencia del accidente se sucedan en el tiempo, originando la consecuencia establecida. Se definen los siguientes niveles:
A la hora de establecer la probabilidad de daño, se debe considerar si las medidas de control ya implantadas son adecuadas. Además de la información sobre las actividades de trabajo, se debe considerar lo siguiente:
- Trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos (características personales o estado biológico).
- Frecuencia de exposición al peligro.
- Fallos en el servicio. Por ejemplo: electricidad y agua.
- Fallos en los componentes de las instalaciones y de las máquinas, así como en los dispositivos de protección.
- Exposición a los elementos.
- Protección suministrada por los EPI y tiempo de utilización de estos equipos.
- Actos inseguros de las personas (errores no intencionados y violaciones intencionadas de los procedimientos)
El cuadro siguiente da un método simple para estimar los niveles de riesgo de acuerdo a su probabilidad estimada y a sus consecuencias esperadas:
Valoración del riesgo y acciones correctoras
Los niveles de riesgos indicados en el cuadro anterior forman la base para decidir si se requiere mejorar los controles existentes o implantar unos nuevos, así como la temporización de las acciones. En la siguiente tabla se muestra un criterio sugerido como punto de partida para la toma de decisión. La tabla también indica que los esfuerzos precisos para el control de los riesgos y la urgencia con la que deben adoptarse las medidas de control deben ser proporcionales al riesgo.
La adopción de medidas preventivas se realiza en base a eliminar o reducir el riesgo, mediante la actuación en el origen, medidas organizativas, de protección colectiva, de protección individual o de formación e información a los trabajadores.
Las acciones correctoras propuestas derivadas de la Evaluación Inicial de Riesgos y posteriores revisiones, deben ser aprobadas, rechazadas o consideradas como acciones en estudio por la dirección de la empresa.
3.- Planificación de la actividad preventiva
Concluida la evaluación, se establecen las medidas de protección y prevención a adoptar y su forma de implantación, seguimiento y coste asociado (económico o en tiempo). Para ello se tendrá en cuenta los principios de acción preventiva siguientes:
- Evitar los riesgos y combatirlos en su origen
- Procurar en todo momento adaptar el trabajo a la persona
- Se tendrá en cuenta, en la medida de lo posible, la evolución de la técnica
- Se procurará sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro
- Priorizar las medidas de protección colectiva frente a las individuales.
A continuación se exponen los principales riesgos que se han detectado en la oficina de Decasarre y las medidas de prevención y/o protección que se han considerado más adecuadas: